Cuando el lobo estaba a punto de extinguirse en nuestro país -sólo quedaban entre 400 y 500 ejemplares- emergió la gran figura de Félix Rodríguez de la Fuente, 'el amigo del lobo' que luchó hasta el final para hacernos cambiar de idea sobre el Canis lupus signatus. El lobo no es un animal fiero, cruel o sanguinario por naturaleza, sino que puede ser protector, fiel y pacífico.
"Hasta ahora, los hombres me habían contado una sarta de falsedades. En cambio, cuanto los lobos me han dicho es una verdad inconmovible. El lobo cruel es un protector incondicional de los débiles; el lobo traicionero es capaz de morir por fidelidad; el lobo asesino es un cazador que mata para comer pero detesta la violencia". Esta frase de Félix Rodríguez de la Fuente resume sus sentimientos sobre un animal odidado tradicionalmente, al que consiguió limpiar su mala imagen.
Años 70
Es la década en la que el lobo ibérico se salvó de ser extinguido. La ley de caza de 1970 lo convirtió en especie cinegética, y evitó que se pudiera cazar al lobo en cualquier época del año y con métodos no autorizados como venenos, cepos, lazos, etc. Félix Rodríguez de la Fuente fue promovió la redacción de aquella ley y logró que "el lobo dejase de ser considerado como una alimaña". Así lo ha declarado el biólogo Carlos Sanz, que colaboró con Félix -desde 1975 a 1980- en los rodajes de la mítica serie 'El Hombre y la Tierra'.
"Félix hizo cambiar el chip a toda la sociedad. Fue el primero que hizo ver que el lobo no es tan fiero como lo pintan y, sobre todo, que es un animal que también tiene derecho a existir en su medio natural",
“Félix fue el Apóstolespañol del lobo“
Carlos Sanz, uno de los mayores expertos en la conservación del lobo ibérico y director de series como'Pacto con lobos' para TVE, está convencido de que "Félix salvó al lobo. Si no hubiera sido por él, se habría extinguido hace muchos años en nuestro país".
Actualmente existen entre 2.000 y 2.500 ejemplares en España -desde algunos ámbitos se apunta incluso que 3.000-, aunque el último censo nacional data de 1998. El 90% de la población se concentra en el noroeste de la península, sobre todo en Castilla y León (54%) y Galicia (36%).
Zamora y León son las zonas de España con mayor densidad de lobos por km2. La 'Sierra de la Culebra' multiplica los números respecto a otras zonas. Donde puede haber de 1 a 3 ejemplares por cada 100 km2, la región zamorana cuenta con 7 ú 8.
"Pero sigue siendo una especie amenazada -dice Sanz-, sobre todo en Andalucía donde corren peligro crítico de extinción". Se estima que no hay más de 50 ejemplares repartidos desde la Sierra Norte de Sevilla hasta Despeñaperros, en la Sierra Morena Oriental de Jaén.
Debate intenso y eterno con los ganaderos
Aunque el lobo ibérico prefiere presas salvajes a las ovejas, hay ocasiones en las que el hambre aprieta, y el lobo ataca al ganado, especialmente si no se encuentra adecuadamente protegido. Según Carlos Sanz, "A veces busca la comida fácil valiéndose de la ley del mínimo esfuerzo y el mínimo riesgo. Es un animal oportunista y muy adaptable que come de todo, incluso frutas y carroña".
Y ahí es cuando entran en liza los ganaderos, que ven como sus explotaciones se quedan mermadas tras los ataques de los lobos. Sus reivindicaciones apelan a la Administración. "No existen enfrentamientos importantes entre ganadores y conservacionistas" ha dicho en en declaraciones a RTVE.es, Luis Pérez Pérez, técnico de ASAJA (Organización Agraria de Castilla y León). "Lo que piden (los ganaderos) es agilidad y compromiso por parte de las autoridades para asumir los daños completos causados por los lobos, porque las indemnizaciones se acaban recibiendo, pero no suelen llegar hasta pasado más de un año".
Surge otro problema. La Administración insta a los ganaderos a suscribir un seguro por si atacan los lobos -0,36 céntimos de euro por cabeza-, algo a lo que éstos se oponen firmemente, porque según Pérez "hace un tiempo se ofreció de forma gratuita para cubrir los daños. Ahora no. Y serían otros 600.000euros que tendría que asumir el sector, que no atraviesa por su mejor momento".
Sobre este asunto, también se ha referido Carlos Sanz, "hay que llegar a un pacto entre todos los colectivos afectados (ganaderos, cazadores, ecologistas, Administración...) que permita la coexistencia entre el lobo y las actividades humanas tradicionales.
En los últimos años la Administración ha fomentado las buenas prácticas de manejo ganadero, la adecuación de los cercados convencionales, la instalación de pastores eléctricos o la cría de mastines para cuidar al rebaño.
Pero si a pesar de adoptar las medidas de prevención oportunas se producen los ataques, habría que paliar los daños de los ganaderos afectados de forma rápida, justa y generosa, compensándoles del "tributo" que pagan para contribuir al mantenimiento de una especie que es patrimonio natural e irrenunciable de todos"
Por todo ello muchos apelan al pacto entre caballeros, al pacto de los lobos para que como decía Félix, "el lobo viva donde pueda y donde deba, para que en las noches españolas no dejen nunca de escucharse los hermosos aullidos del lobo"
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