- Las falsas creencias sobre el lobo siguen amenazando su supervivenciaEs uno de los animales más temidos y también uno de los más fascinantes de la fauna ibérica. Sin embargo, las falsas creencias sobre el lobo ibérico siguen amenazando su supervivencia.Fotografías como la de José Luis Rodríguez, que esta semana ha ganado el prestigioso premio Veolia Environment Wildlife Photographer 2009, muestran la belleza de este poderoso depredador, que siempre ha estado rodeado de un halo de misterio y leyenda.Desde hace años, el biólogo Carlos Sanz intenta concienciar a la sociedad sobre el importante papel que este emblemático animal desempeña para mantener el equilibrio del ecosistema que habita. La exposición 'Amigo lobo' intenta cambiar la imagen negativa de animal sanguinario y diabólicoque aún perdura en buena parte de la sociedad, sobre todo en el ámbito rural."Muchos de los daños que se achacan generalmente a los lobos son producidos en realidad por perros asilvestrados", afirma Sanz. Aunque las huellas de los lobos son más grandes y alargadas que las de los perros y suelen marcarse sus garras, no es fácil distinguirlas con seguridad de las de algunos perros asilvestrados de gran tamaño.
Ataques evitables
En cuanto al ganado, raramente se producen ataques a los animales que están protegidos en granjas o con perros guardianes y las víctimas suelen ser ovejas, cabras y corderos que pastan libremente. Los vallados eléctricos que se están instalando en algunas zonas, como Segovia, están resultando muy eficaces."Un lobo salvaje jamás ataca a las personas, siempre huye. Tiene miedo al hombre instintivamente", asegura el biólogo. De hecho, prácticamente no ha habido ningún ataque documentado a personas en las últimas décadas: "En España el último fue en los años 70. Dos niños murieron en Orense tras ser atacados por un animal aunque no se demostró que fuera un lobo".La exposición 'Amigo lobo' está dedicada a Félix Rodríguez de la Fuente, "el mejor amigo del lobo en España", en palabras de Carlos Sanz, que trabajó con el naturalista durante más de cinco años. Gracias a él, la especie se salvó de una extinción casi segura.A principios de los años 70, Rodríguez de la Fuente consiguió que el lobo ibérico dejara de considerarse "una alimañana" y se le catalogara como 'especie cinegética' o de caza mayor. Y es que el lobo ibérico es un carnívoro como cualquier otro que debe cazar para alimentarse y proporcionar comida a su manada. La prohibición de las carroñas de ganado tras la aparición de la enfermedad de las 'vacas locas' acabó con una importante fuente de alimentación de los lobos.Se calcula que en la actualidad hay entre 1.500 y 2.000 ejemplares en la Península Ibérica. Aunque en las últimas décadas la especie se ha recuperado en la mitad norte del país, en el sur de España la población se ha reducido y su futuro es incierto y preocupante.Hábitat amenazado
La destrucción de su hábitat debido a las talas de bosques, incendios o a la especulación urbanística, así como la caza furtiva, amenazan la supervivencia de esta joya de la fauna ibérica.Los cepos, los lazos de acero y los venenos están prohibidos pero los cazadores furtivos siguen utilizándolos. Se trata de métodos de captura que no son selectivos y por tanto pueden matar a cualquier animal. Las multas han aumentado en los últimos años pero la mayoría de las veces el delito queda impune.Carlos Sanz opina que "todavía no hay demasiado interés en sancionar la caza furtiva". Al sur del Duero, donde se considera una especie protegida, por ejemplo, las multas son más altas que en otras zonas donde se sigue considerando al lobo ibérico una especie de caza y por tanto, tiene otro estatus de protección.Aunque se trata de un asunto complejo, "el objetivo es lograr un equilibrio para que los lobos puedan existir en su medio natural sin perjudicar los intereses de los ganaderos", afirma Sanz. Por un lado, la Administración juega un importante papel a la hora de asegurar y acelerar el pago de indemnizaciones a los ganaderos tras los ataques. Por otro parte, es necesario que los ganaderos protejan a sus animales para disuadir a los lobos. Otras medidas, como controlar los ejemplares donde sean muy abundantes o donde se produzcan más ataques, pueden contribuir a lograr la convivencia.Un deseo que Félix Rodríguez de la Fuente resumió de esta manera: "Que el lobo viva donde pueda y donde deba vivir para que en las noches españolas no dejen de escucharse los hermosos aullidos del lobo".
La exposición itinerante 'Amigo Lobo. Leyenda y realidad del Lobo Ibérico' puede visitarse hasta el 31 de diciembre en la sede del CENEAM, en Valsaín (Segovia).
25 sept 2017
Falsos mitos y leyendas sobre el lobo ibérico
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