Para conocer el verdadero significado de “que te den morcillas”
tenemos que remontarnos a la época en la que la rabia era epidemia en ciudades y pueblos. Por entonces los perros vagabundeaban por las calles y se les responsabilizaba de la enfermedad, así pues, para erradicarla, las autoridades ordenaron cazar a los perros callejeros y ¿cómo lo hacían? Dándoles morcillas contaminadas con un potente y mortal veneno, hoy prohibido: estricnina.
Esta práctica se prolongó hasta el siglo XIX, en concreto, hasta 1891, año en el que aparecieron las primeras perreras municipales y la profesión de lacero, que se dedicaba a capturar a los perros para llevarlos a las perreras.
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