Los formatos estandarizados para la reproducción de contenido audiovisual son el DVD y el más reciente Blu Ray.
Pese a que uno es la evolución del primero, lo cierto es que ambos conviven respetando sus diferencias y satisfaciendo las distintas necesidades de cada usuario.El DVD es llamado así porque sus siglas representan Digital Versatil Disc (Disco Digital Versátil en español). Surgió comercialmente en 1995 y se convirtió en el rival directo del VHS hasta el punto de desbancarlo del mercado totalmente.
Las ventajas que presentaba el DVD frente al VHS se basaban en la facilidad de acceso a los contenidos, una mejor capacidad de almacenamiento y, por tanto, de calidad cinematográfica, así como la posibilidad de añadir los famosos extras que complementaban el producto final.
El Blu Ray, por su parte, surgió a principios del siglo XXI rivalizando con el formato HD-DVD. Finalmente en 2008 acabó ganando la batalla digital en la que ambos formatos se habían embarcado y el Blu Ray se convirtió en el escogido para la nueva generación de contenido audiovisual.
La principal diferencia respecto al DVD es su propia razón de existencia, la capacidad de reproducir imagen y audio a una resolución máxima de vídeo compatible de 1080p, algo necesario para poder disfrutar del HD, frente a la limitación a 480p/576p que sufre el DVD.
Como es lógico, también la capacidad de almacenamiento ha mejorado, hasta los actualmente 54 Gb por cada disco de doble capa Blu Ray, frente a 8,5 Gb que puede alcanzar un DVD también de doble capa.
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